Lo repetían machaconamente a aquellos que les querían escuchar desde que el jugador aterrizó en Madrid pronto hará dos años. En todos estos meses se han mantenido firmes en su profecía. "Higuaín acabará siendo el delantero centro del Real Madrid y meterá muchos goles". Y, además, lo argumentaban. "Lo tiene todo para jugar ahí. Velocidad, regate, intuición, se las fabrica él mismo. Su puesto es como primera referencia ofensiva, o un poco más atrás, como segundo. Le falta madurar, pero tiene 20 años y toda la vida por delante". Los autores de la letra de esta arenga futurista no son otros que Mijatovic y Bucero. Los mismos que han dado la vuelta casi completa al calcetín de la plantilla blanca en los dos años que llevan en el club con la estimable compensación de dos Ligas consecutivas.
Conviene revelar estos secretos de despacho en momentos en los que Higuaín es capaz de hacer una tacada de cuatro goles. Y también recordar que este Higuaín es el mismo que no fue titular el miércoles -ni tras lesionarse Robben- ante la Juventus en un partido vital para la suerte del grupo de la Champions y el mismo que normalmente es desplazado a las bandas a pesar de haber demostrado sobradamente que su rendimiento alcanza su máxima expresión cuando se mueve por posiciones centrales y lo más cerca del área posible. Cabe pensar que, con Van Nistelrooy lesionado, en un futuro cercano no habrá más dudas al respecto. ¿O sí, Schuster?
No hay comentarios:
Publicar un comentario